MSc. Daisy Espinosa Chongo
La naturaleza general del tipo de negocio determina las necesidades de capital de trabajo puesto que éstas varían dependiendo del tipo de actividad que se realice. Por ejemplo, en una empresa de servicios públicos las inversiones en inventarios y cuentas por cobrar son convertidas con rapidez en efectivo; sin embargo, una empresa industrial tiene que invertir más en ellos y sus rotaciones son relativamente lentas, requiriendo de una cantidad mayor de capital de trabajo. Así mismo, negocios con ventas de tipo estacional requerirá una cantidad máxima de capital de trabajo por un período relativamente corto. Dicho negocio normalmente tendrá un excedente de capital de trabajo durante el período de menor actividad en las ventas.
Unido a lo anterior, el ciclo del negocio afecta las necesidades de capital de trabajo, pues durante los períodos de prosperidad, la actividad de los negocios se amplía, y existe una tendencia a comprar mercancías a fin de aprovechar los precios más bajos.
Consecuentemente, será necesaria una mayor cantidad de capital de trabajo. Así mismo, según se amplía el volumen de las operaciones, la cantidad de capital de trabajo requerida viene a ser mayor, aunque no necesariamente en proporción exacta al crecimiento.
El tiempo necesario para la fabricación u obtención de la mercancía a vender y el costo unitario de la misma juega un papel fundamental, puesto que mientras mayor sea el tiempo requerido para la fabricación de la mercancía o para obtenerla, mayor cantidad de capital de trabajo se requerirá, al igual que a medida que sea mayor el costo unitario de la misma.
Con respecto a las condiciones de compra y de venta, mientras más favorables sean las condiciones de crédito en que se realicen las compras, menos efectivo se invierte en el inventario. Por otra parte, mientras más liberales sean las condiciones de crédito concedidas a los clientes, mayor será la cantidad de capital de trabajo que estará representada por las cuentas por cobrar.
La rotación de los inventarios y su análisis es fundamental, en tanto, mientras mayor sea el número de veces que los inventarios sean vendidos y repuestos (rotación del inventario), menor será el importe de capital de trabajo que hará falta, menor el riesgo de pérdidas debidas a las bajas de los precios, cambios en la demanda o en el estilo y menor el costo en llevar los inventarios. Igualmente la rotación de las cuentas por cobrar influye notablemente en las necesidades de capital de trabajo porque depende del tiempo necesario para convertirlas en efectivo. Mientras menos tiempo se requiera para cobrar dichas cuentas, menor será el importe de capital de trabajo que se necesitará.
El grado de riesgo de una posible baja del valor del activo circulante, influye en las necesidades de capital de trabajo, el cual mientras mayor sea, mayor será el importe necesario de éste que debe estar disponible a fin de mantener el crédito de la empresa. Para hacer frente a dicha contingencia se debe mantener una cantidad relativamente grande de efectivo o de inversiones temporales.
Es importante destacar que el crecimiento de las empresas conlleva a la necesidad de un capital adicional para las inversiones en cuentas por cobrar, en inventarios y en activos fijos. Parte de este capital en la mayoría de las ocasiones es obtenido por fuentes internas, pero si el ritmo de crecimiento es acelerado, parte de él provendrá de forma externa (Y. García, 1999), financiamiento que por demás, generalmente es menos económico. Todos estos elementos, en esencia, justifican la necesidad de financiar inversiones con características a corto plazo o circulantes, con fondos o recursos permanentes; así mismo como conlleva al análisis sobre la suficiencia o insuficiencia del capital de trabajo.
La problemática de la suficiencia e insuficiencia de Capital de Trabajo.
Como se ha abordado hasta aquí, la manutención de capital de trabajo tiene implicaciones sobre el riesgo y la rentabilidad, por lo que sus niveles en cuanto a suficiencia e insuficiencia es de vital análisis.
Un elemento fundamental a tener en cuenta con respecto a la suficiencia de capital de trabajo es que éste brinda a la empresa capacidad para conducir sus operaciones sobre la base más económica y sin restricciones financieras y hacer frente a emergencias y pérdidas sin peligro de un desastre financiero. Así mismo, esta suficiencia permite otorgar condiciones de crédito favorables a los clientes, operar más eficientemente sin demoras en la obtención de materiales, servicios y suministros debido a dificultades en el crédito y soportar períodos de depresión.
A su vez, un capital de trabajo suficiente: protege del efecto adverso por una disminución en los valores del activo circulante; hace posible pagar oportunamente todas las obligaciones y aprovechar la ventaja de los descuentos por pronto pago; asegura en alto grado el mantenimiento de crédito y provee lo necesario para hacer frente a emergencias tales como huelgas, inundaciones e incendios y, permite mantener inventarios a un nivel que sirva satisfactoriamente las necesidades de los clientes.
En este sentido, se debe señalar que el grado en que el activo circulante excede a las necesidades de capital de trabajo, el negocio tendrá exceso del mismo.
Por consiguiente, la insuficiencia de capital de trabajo es una de las enfermedades más importantes de los negocios que no pueden cubrir su pasivo circulante y, de acuerdo con R. D. Kennedy (1999), existen algunas cuestiones que la provocan. Una de éstas se refiere a la obtención de pérdidas de operación, en las cuales se incurre por un volumen de ventas insuficiente en relación con el costo para lograrlas, por precios de venta rebajados debido a la competencia o a rebajas sin una disminución proporcionada en el costo de la mercancía vendida y los gastos, por un gasto excesivo debido a las cuentas por cobrar incobrables, por aumentos en los gastos no acompañados de un alza funcional en las ventas o en los ingresos, y por aumentos en los gastos mientras disminuyen las ventas o los ingresos.
La insuficiencia de capital de trabajo puede estar dada también por pérdidas excesivas de operaciones no normales o extraordinarias , las cuales pueden originar una reducción en los valores del activo circulante o en la creación de un pasivo circulante (ninguna de estas circunstancias puede ser compensada por un cambio favorable del capital de trabajo).
Así mismo, el fracaso de la gerencia en la obtención de fuentes de recursos necesarios para financiar la ampliación del negocio; la política poco conservadora de dividendos; la inversión de fondos corrientes en activos no circulantes y la no acumulación de los fondos necesarios para la liquidación de bonos a su vencimiento o para el retiro de las acciones preferentes, es otro grupo de causas que generan insuficiencias de capital de trabajo.
A lo anterior se puede adicionar la existencia de una provisión fija para un fondo de amortización, cuyas necesidades sean excesivas en relación con la utilidad neta; los aumentos de los precios, requiriendo así de la inversión de más efectivo para mantener la misma cantidad física en los inventarios y activos fijos y para financiar las ventas a crédito por el mismo volumen físico de mercancías, debiéndose retener suficientes ganancias en el negocio para de esta forma, financiar los costos más elevados. Todas las anteriores se suman a las causas de la insuficiencia de capital de trabajo.
Ante estos problemas, algunas de las acciones a tener en cuenta cuando existe déficit de capital de trabajo que evitan la suspensión de pagos y problemas de liquidez incluyen:
- reducir los plazos de cobros e inventarios para disminuir las necesidades de capital de trabajo (tendiendo a que las materias primas sean almacenadas por los proveedores, disminuyendo los días del ciclo de producción y las existencias de productos acabados, facturando y cobrando antes a los clientes),
- negociar con los proveedores plazos de pago más largos,
- incrementar el capital propio o el exigible a largo plazo,
- vender activo fijo y,
- disminuir el exigible a corto plazo (O. Amat, 1998).
Tomando en cuenta los criterios antes expuestos por los diferentes autores, se puede reflexionar que el correcto análisis del capital de trabajo consiste en el análisis de sus componentes: activos circulantes y financiamiento corriente de forma eficaz y eficiente, que permita afrontar oportunamente los compromisos de pago a corto plazo, repercutiendo positivamente en los resultados económicos y financieros de la empresa y la sociedad, logrando minimizar el riesgo y maximizar la rentabilidad .
Conclusiones
Lo expuesto en el artículo evidencia el análisis del capital de trabajo como función fundamental de la gestión financiera, por lo que los estudios que se realicen sobre su comportamiento y/o evolución deben estar basados fundamentalmente en elementos básicos, a saber: las características del sector donde se desenvuelve la empresa, las políticas de inversión y financiamiento corriente, la calidad de los activos y pasivos circulantes, la relación entre los crecimientos de las ventas y las partidas circulantes, los flujos de entradas y desembolsos de efectivo, el riesgo total y la rentabilidad de los recursos.
Estos elementos son fundamentales en el estudio integral, para extraer conclusiones válidas en el análisis veraz del comportamiento del capital de trabajo, de manera que se obtenga información relevante en el proceso de toma de decisiones.
Unido a lo anterior, el ciclo del negocio afecta las necesidades de capital de trabajo, pues durante los períodos de prosperidad, la actividad de los negocios se amplía, y existe una tendencia a comprar mercancías a fin de aprovechar los precios más bajos.
Consecuentemente, será necesaria una mayor cantidad de capital de trabajo. Así mismo, según se amplía el volumen de las operaciones, la cantidad de capital de trabajo requerida viene a ser mayor, aunque no necesariamente en proporción exacta al crecimiento.
El tiempo necesario para la fabricación u obtención de la mercancía a vender y el costo unitario de la misma juega un papel fundamental, puesto que mientras mayor sea el tiempo requerido para la fabricación de la mercancía o para obtenerla, mayor cantidad de capital de trabajo se requerirá, al igual que a medida que sea mayor el costo unitario de la misma.
Con respecto a las condiciones de compra y de venta, mientras más favorables sean las condiciones de crédito en que se realicen las compras, menos efectivo se invierte en el inventario. Por otra parte, mientras más liberales sean las condiciones de crédito concedidas a los clientes, mayor será la cantidad de capital de trabajo que estará representada por las cuentas por cobrar.
La rotación de los inventarios y su análisis es fundamental, en tanto, mientras mayor sea el número de veces que los inventarios sean vendidos y repuestos (rotación del inventario), menor será el importe de capital de trabajo que hará falta, menor el riesgo de pérdidas debidas a las bajas de los precios, cambios en la demanda o en el estilo y menor el costo en llevar los inventarios. Igualmente la rotación de las cuentas por cobrar influye notablemente en las necesidades de capital de trabajo porque depende del tiempo necesario para convertirlas en efectivo. Mientras menos tiempo se requiera para cobrar dichas cuentas, menor será el importe de capital de trabajo que se necesitará.
El grado de riesgo de una posible baja del valor del activo circulante, influye en las necesidades de capital de trabajo, el cual mientras mayor sea, mayor será el importe necesario de éste que debe estar disponible a fin de mantener el crédito de la empresa. Para hacer frente a dicha contingencia se debe mantener una cantidad relativamente grande de efectivo o de inversiones temporales.
Es importante destacar que el crecimiento de las empresas conlleva a la necesidad de un capital adicional para las inversiones en cuentas por cobrar, en inventarios y en activos fijos. Parte de este capital en la mayoría de las ocasiones es obtenido por fuentes internas, pero si el ritmo de crecimiento es acelerado, parte de él provendrá de forma externa (Y. García, 1999), financiamiento que por demás, generalmente es menos económico. Todos estos elementos, en esencia, justifican la necesidad de financiar inversiones con características a corto plazo o circulantes, con fondos o recursos permanentes; así mismo como conlleva al análisis sobre la suficiencia o insuficiencia del capital de trabajo.
La problemática de la suficiencia e insuficiencia de Capital de Trabajo.
Como se ha abordado hasta aquí, la manutención de capital de trabajo tiene implicaciones sobre el riesgo y la rentabilidad, por lo que sus niveles en cuanto a suficiencia e insuficiencia es de vital análisis.
Un elemento fundamental a tener en cuenta con respecto a la suficiencia de capital de trabajo es que éste brinda a la empresa capacidad para conducir sus operaciones sobre la base más económica y sin restricciones financieras y hacer frente a emergencias y pérdidas sin peligro de un desastre financiero. Así mismo, esta suficiencia permite otorgar condiciones de crédito favorables a los clientes, operar más eficientemente sin demoras en la obtención de materiales, servicios y suministros debido a dificultades en el crédito y soportar períodos de depresión.
A su vez, un capital de trabajo suficiente: protege del efecto adverso por una disminución en los valores del activo circulante; hace posible pagar oportunamente todas las obligaciones y aprovechar la ventaja de los descuentos por pronto pago; asegura en alto grado el mantenimiento de crédito y provee lo necesario para hacer frente a emergencias tales como huelgas, inundaciones e incendios y, permite mantener inventarios a un nivel que sirva satisfactoriamente las necesidades de los clientes.
En este sentido, se debe señalar que el grado en que el activo circulante excede a las necesidades de capital de trabajo, el negocio tendrá exceso del mismo.
Por consiguiente, la insuficiencia de capital de trabajo es una de las enfermedades más importantes de los negocios que no pueden cubrir su pasivo circulante y, de acuerdo con R. D. Kennedy (1999), existen algunas cuestiones que la provocan. Una de éstas se refiere a la obtención de pérdidas de operación, en las cuales se incurre por un volumen de ventas insuficiente en relación con el costo para lograrlas, por precios de venta rebajados debido a la competencia o a rebajas sin una disminución proporcionada en el costo de la mercancía vendida y los gastos, por un gasto excesivo debido a las cuentas por cobrar incobrables, por aumentos en los gastos no acompañados de un alza funcional en las ventas o en los ingresos, y por aumentos en los gastos mientras disminuyen las ventas o los ingresos.
La insuficiencia de capital de trabajo puede estar dada también por pérdidas excesivas de operaciones no normales o extraordinarias , las cuales pueden originar una reducción en los valores del activo circulante o en la creación de un pasivo circulante (ninguna de estas circunstancias puede ser compensada por un cambio favorable del capital de trabajo).
Así mismo, el fracaso de la gerencia en la obtención de fuentes de recursos necesarios para financiar la ampliación del negocio; la política poco conservadora de dividendos; la inversión de fondos corrientes en activos no circulantes y la no acumulación de los fondos necesarios para la liquidación de bonos a su vencimiento o para el retiro de las acciones preferentes, es otro grupo de causas que generan insuficiencias de capital de trabajo.
A lo anterior se puede adicionar la existencia de una provisión fija para un fondo de amortización, cuyas necesidades sean excesivas en relación con la utilidad neta; los aumentos de los precios, requiriendo así de la inversión de más efectivo para mantener la misma cantidad física en los inventarios y activos fijos y para financiar las ventas a crédito por el mismo volumen físico de mercancías, debiéndose retener suficientes ganancias en el negocio para de esta forma, financiar los costos más elevados. Todas las anteriores se suman a las causas de la insuficiencia de capital de trabajo.
Ante estos problemas, algunas de las acciones a tener en cuenta cuando existe déficit de capital de trabajo que evitan la suspensión de pagos y problemas de liquidez incluyen:
- reducir los plazos de cobros e inventarios para disminuir las necesidades de capital de trabajo (tendiendo a que las materias primas sean almacenadas por los proveedores, disminuyendo los días del ciclo de producción y las existencias de productos acabados, facturando y cobrando antes a los clientes),
- negociar con los proveedores plazos de pago más largos,
- incrementar el capital propio o el exigible a largo plazo,
- vender activo fijo y,
- disminuir el exigible a corto plazo (O. Amat, 1998).
Tomando en cuenta los criterios antes expuestos por los diferentes autores, se puede reflexionar que el correcto análisis del capital de trabajo consiste en el análisis de sus componentes: activos circulantes y financiamiento corriente de forma eficaz y eficiente, que permita afrontar oportunamente los compromisos de pago a corto plazo, repercutiendo positivamente en los resultados económicos y financieros de la empresa y la sociedad, logrando minimizar el riesgo y maximizar la rentabilidad .
Conclusiones
Lo expuesto en el artículo evidencia el análisis del capital de trabajo como función fundamental de la gestión financiera, por lo que los estudios que se realicen sobre su comportamiento y/o evolución deben estar basados fundamentalmente en elementos básicos, a saber: las características del sector donde se desenvuelve la empresa, las políticas de inversión y financiamiento corriente, la calidad de los activos y pasivos circulantes, la relación entre los crecimientos de las ventas y las partidas circulantes, los flujos de entradas y desembolsos de efectivo, el riesgo total y la rentabilidad de los recursos.
Estos elementos son fundamentales en el estudio integral, para extraer conclusiones válidas en el análisis veraz del comportamiento del capital de trabajo, de manera que se obtenga información relevante en el proceso de toma de decisiones.