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sábado, marzo 15, 2008

WARREN BUFFETT ES EL MÁS RICO DEL MUNDO

El financista estadounidense Warren Buffett superó a su amigo y aliado filántropo Bill Gates, el fundador de Microsoft, como el hombre más acaudalado del mundo, según la lista anual de multimillonarios de la revista Forbes.

La publicación revela que Buffett, presidente de la empresa de inversiones Berkshire Hathaway, incrementó su fortuna en 10 mil millones de dólares el año pasado, para llegar a un total de 62 mil millones de dólares, suficiente como para poner fin a 13 años del liderazgo de Gates en la lista.

La fortuna del fundador de Microsoft, estimada en 58 mil millones de dólares lo llevó este año al tercer lugar de los multimillonarios, detrás del magnate mexicano de las telecomunicaciones Carlos Slim, cuyos ingresos netos aumentaron de 49 mil millones el año pasado, a 60 mil millones de dólares este año.

Mil 125 personas de todo el mundo fueron incluidas en la lista de multimillonarios de Forbes, un aumento con respecto a las 946 del año pasado.

El valor neto de estas personas es de cuatro billones 400 mil millones de dólares, es decir, 900 mil millones de dólares más que en 2007.

Los estadounidenses lideran la lista con 42 por ciento del total de multimillonarios (469), en tanto que Rusia (87) reemplazó a Alemania como el segundo país con más personas adineradas. India ocupó el tercer lugar con cuatro multimillonarios entre los primeros 10 puestos de la lista de Forbes.

EL MUNDO LE DA LA ESPALDA AL DÓLAR

SAO PAULO (AP) — Los dueños de anticuarios de Manhattan, los vendedores de entradas al Taj Majal y los ejecutivos brasileños que viajan a la China tienen todos algo en común en estos días: no quieren dólares.

La otrora poderosa divisa estadounidense ya no domina los mercados cambiarios y pierde valor continuamente. Empresarios y particulares buscan otras divisas.

Expertos dicen que, dada la precariedad de la economía estadounidense, pasarán años antes de que el dólar recupere parte de su valor y de su prestigio.

Países que siempre usaron el dólar como punto de referencia le escapan a esa divisa ahora e incluso en Estados Unidos comienza a registrarse una aversión a esa moneda.

La boletería del Taj Mahal siempre aceptó rupias y dólares, pero desde febrero el gobierno indio vetó la divisa estadounidense y acepta solo rupias. Los comerciantes de las inmediaciones también se muestran renuentes a aceptar el dólar.

''Ya pasaron los días en que buscábamos dólares y los guardábamos para emergencias'', expresó Vijay Narain, dueño de una empresa turística de Agra, la ciudad donde se encuentra el Taj Mahal. ''Ahora preferimos el euro. Nos rinde mucho más''.

En Bolivia hay afiches que muestran la imagen de George Washington en un billete de un dólar junto a un billete de 500 euros y se recomienda a la gente que apele a la divisa europea si recibe dinero del exterior.

''Si el dólar baja, ahorra en euros'', dice un cartel cerca de una sucursal del Banco Bisa.

En Brasil, la casa de cambios Confidence Cambio fue la primera que comenzó a ofrecer yuanes a las personas que viajan a China, así no tienen que llevar dólares. Ese servicio tuvo gran éxito ya que Brasil tiene un gran intercambio comercial con China y también hay muchos brasileños que desean ir a los Juegos Olímpicos de Beijing en agosto.

''Ahora le decimos a la gente que no consiga dólares cuando viaja al exterior. Es mejor adquirir directamente la divisa local'', manifestó Fabio Agostinho, uno de los socios de la casa de cambio. ''Si la gente que se va al exterior lleva dólares, sale perdiendo con el cambio. No importa si va a China, a Europa o a Argentina''.

Billy LeRoy, dueño del negocio de antigüedades Billy's Antiques & Props de Manhattan, prefiere que le paguen en euros así puede reunir una buena cantidad de esa divisa para sus viajes anuales a París en busca de mercadería.

''Muestra dólares en los mercados de Francia y te sacan corriendo'', afirmó en su negocio, mientras clientes europeos compraban de todo en vista de que les resulta muy barato. ''Antes se desvivían por el dólar, pero ahora no los quieren o, si los aceptan, te dan un cambio muy desventajoso''.

El dólar ha perdido valor sistemáticamente desde el 2002, en que los déficits presupuestario y comercial de Estados Unidos se fueron por las nubes. Temores de una recesión y la crisis crediticia hicieron que el dólar se debilitase más todavía.

A mediados de marzo el euro se cotizaba a 1.56 dólares y por primera vez desde noviembre de 1995 se pagaron menos de 100 yens japoneses por dólar.

El dólar también alcanzó su cotización más baja en diez años ante el peso chileno y registró sus niveles más bajos frente al real brasileño desde que ese país dejó flotar su divisa en 1999.

Si bien el dólar está acostumbrado a los ciclos de altas y bajas, los expertos coinciden en que en esta ocasión resulta muy difícil predecir cuándo recuperará terreno, dado que esta es la primera vez en que debe hacer frente al euro para salir de una crisis.

En el pasado, durante períodos de baja, los fondos extranjeros adquirían bonos del gobierno estadounidense y ayudaban a que el dólar se recuperase. Pero ahora el euro y otras divisas representan opciones interesantes y las tasas de interés son más altas fuera de Estados Unidos, por lo que los fondos pueden conseguir mejores dividendos en otros países.

''Estados Unidos tiene este déficit comercial, existe la posibilidad de una recesión y tienen una divisa débil. El panorama del dólar es bastante negro'', expresó Gareth Sylvester, experto en divisas de la empresa británica HIFX, que realizó operaciones comerciales por valor de 40,000 millones de dólares el año pasado.

Países que en el pasado eran considerados muy riesgosos para las inversiones, como Brasil, ahora lucen atractivos. Y naciones como China y Rusia, en las que abunda el dinero para invertir afuera, están apelando a otras divisas para sus reservas o colocando el dinero fuera de Estados Unidos.

Antes era importante que los países ''acumulasen dólares para hacer frente a períodos malos, pero han acumulado tantas reservas en la mayoría de los mercados emergentes que el balance está mucho más allá de lo que justifican las medidas preventivas'', opinó Eliot Kalter, de la Universidad Tufts y quien trabajó en el Fondo Monetario Internacional.

La mayoría de los expertos opina que el dólar recuperará vigor, pero nadie se anima a decir cuándo.

''Los factores que perjudican al dólar serán revertidos, pero eso no pasará pronto'', dijo Kalter.

El problema es que ''la gente no quiere tener dólares ni acciones estadounidenses'', dijo Sylvester. ''Si usted es un inversionista con un millón de dólares para invertir, va adonde le dan los mejores dividendos y lo coloca en Sudáfrica, Australia o Nueva Zelanda''.

Y no son solo los grandes inversionistas lo que buscan otras opciones.

En Perú, donde se acostumbraba a ahorrar en dólares para resguardarse de la inflación, mucha gente está cerrando sus cuentas en dólares y guardando soles.

Y comercios como supermercados, cines y compañías de televisión por cable, que recibían dólares, ya no lo hacen.

Edwin Figueroa, ingeniero de sistemas de 29 años, cerró su cuenta de ahorros en dólares y abrió una en soles hace siete meses, alarmado por la debilidad de la divisa estadounidense.

''El sol está estable, mientras que el dólar tal vez esté más débil todavía dentro de un año'', comentó.

jueves, marzo 06, 2008

LA MAGIA DE STEVE JOBS

Por Peter Elkind

Steve Jobs, el gran mago detrás de Apple, es un hombre de recursos inagotables. Es la cabeza que dirige al gigante de la tecnología informática, pero también es budista y vegetariano. Y es, también, un hombre que ha vencido a un cáncer pancreático mientras sus directivos guardaban confidencialidad por temor a que su enfermedad afectara las acciones de la empresa. Jobs es, para todos, el líder irremplazable de Apple.

La historia es harto conocida: Jobs era el chico maravilla de 21 años que cofundó Apple al lado de Steve Wozniak, en 1976 y en un garage. Al cumplir los 25, su valor ascendía a 200 millones de dólares, a los 26 mereció la portada de Time Magazine y, en 1985, con apenas 30 años, es despedido de Apple Computer.

Tras su regreso a la empresa en 1997, Jobs ha marcado una década que le ha ganado la categoría de ‘semidios’ en Silicon Valley. Salvó de la bancarrota a Apple, que hoy tiene un valor en el mercado de 108,000 millones de dólares (mdd) y cuyas ganancias por acción se han más que triplicado. Pixar, compañía que también cofundó y dirigió, domina ahora el negocio de la animación y es tan rentable que Disney la adquirió por 7,500 mdd. Steve Jobs es, también, un midas.

Considerado “el CEO más exitoso”, Jobs se ha convertido en un gurú cultural a escala global, decide los contenidos de entretenimiento que vemos, los dispositivos musicales que usamos, y todo tipo de aparatos para trabajar o divertirnos. Él ha modificado a todas estas industrias, pero también ha reformado la manera en que entendíamos el liderazgo. Ningún otro CEO es más voluntarioso, más descarado a la hora de imponer sus reglas, para bien o para mal. Ningún otro CEO descalifica públicamente a sus rivales como mediocres, malvados o con pésimo gusto.

Aún así, Jobs se percibe a sí mismo más como un artista que como un magnate de los negocios. Como creador en jefe de Apple ha coinventado 103 patentes de Apple, desde la interfaz de usuario del iPod hasta el sistema de soporte de las escaleras de cristal usadas en las tiendas de la empresa. Cuando Jobs lanza un producto al mercado, el evento es una combinación de noticia, espectáculo y performance artístico, ¿quién si no podría mantener en vilo a toda una nación por un simple celular? El pionero de las computadoras personales, Alan Kay, lo resume así: “Steve entiende lo que es el deseo”.

Una docena de libros han intentado desentrañar el misterio de este hombre, la manera en que su conducta conflictiva y su genio empresarial coexisten en una sola persona. Pero Jobs sigue siendo un secreto, reservado en sus relaciones con la prensa. De allí que esta historia nos sea narrada por sus colaboradores, aunque de manera anónima, por temor a despertar su ira.

“El miedo que Steve Jobs inspira a la gente en Silicon Valley es increíble. Los hace sentir mal, los hace llorar. Pero casi siempre le asiste la razón, e incluso cuando se equivoca, es tan creativo que sorprende” escribe Robert Sutton en su libro “The No Asshole Rule.” El capitalista de Palo Alto, Jean-Louis Gasse, lo explica: “Las democracias no crean grandes productos, para eso necesitas a un tirano.”

Jobs juzga al mundo desde una perspectiva maniquea: los productos, según él, son “estupendos” o son un “asco”; te enfrentas a la muerte por cáncer o estás curado. Sus subordinados son “genios” o “idiotas”, todos a su alrededor se ven sometidos a esta montaña rusa de adjetivos.

John Sculley, quien fuera ejecutivo PepsiCo antes de pasarse a las filas de Apple, aún recuerda el reto que Steve Jobs le lanzó para seducirlo: “¿Quieres pasar el resto de tu vida vendiendo agua azucarada, o quieres tener la oportunidad de cambiar el mundo?”. Pero Sculley terminaría por orquestar el despido de Jobs, basándose en un argumento que el tiempo echó al suelo: “Jobs quería que Apple se convirtiera en una empresa de productos para el consumidor. Era un plan lunático. La alta tecnología no puede diseñarse ni venderse como un producto de consumo.” Craso error.

Tras su regreso a Apple, Jobs recurrió a varias estrategias para restablecer la salud de la empresa. Subió los precios de las opciones de compra de todos los empleados de Apple y otorgó opciones de compra de acciones justo antes del anuncio de un importante acuerdo con Microsoft (práctica conocida como ‘springloading’). Ambas tácticas son polémicas -en cuanto suponen un abuso de información privilegiada- pero no son ilegales. Lo que sí es ilegal es utilizar opciones con fecha retroactiva (‘backdating’), es decir, elegir una fecha pasada en la que las acciones valían menos para establecer el precio de las opciones. Y tanto Pixar como Apple han descubierto irregularidades de este tipo bajo el mando de Jobs, quien aparentemente utilizó fechas retroactivas para otorgar opciones de compra a sus principales directivos. La Comisión de Valores de EU (SEC, por sus siglas en inglés) aún investiga este escándalo corporativo.

A pesar de todo, Apple se muestra agradecida con su redentor; Jobs percibe un salario de un millón de dólares al año, tiene su propio jet privado (88 mdd) y se le otorgaron 40 millones de opciones (casi el 6% de la compañía, con un valor de 21.80 dólares por acción). Estas últimas también bajo escrutinio, pues se cree que el otorgamiento incurrió en irregularidades.

En un reporte emitido por la consultora Institutional Shareholder Services y dirigido a los accionistas de Apple, la organización criticó a la junta directiva de la empresa por su falta de franqueza, afirmando que “Steve Jobs ha sido una pieza fundamental en crear valor para el accionista; sin embargo, tener una devoción tipo culto a cualquier CEO puede ser un enorme riesgo para los accionistas”.

Es esta devoción que termina identificando a Steve Jobs con Apple la que resulta problemática a la hora de enfrentar una situación crítica, ¿es obligación de una empresa que cotiza en Bolsa informar a sus accionistas de la enfermedad de su CEO? El cáncer fue tratado como un asunto privado, y Jobs tenía derecho a no revelar el padecimiento siempre y cuando continuara desempeñando sus responsabilidades. Así que Apple y Pixar no informaron sobre la situación, aunque muchos opinan que debería haberlo hecho. Finalmente, Jobs se sometió a una cirugía exitosa.

Hay, por último, otro rasgo que distingue a Jobs del resto de los CEOs: no ha mostrado una inclinación por la filantropía. A diferencia de Bill Gates, Apple es una de las empresas más renuentes a donar dinero para proyectos humanitarios.

La magia de Jobs también tiene límites. Sobre todo si se considera la actual recesión que vive la economía estadounidense, la entrada de nuevos competidores en el negocio de los teléfonos celulares, la saturación del mercado del iPod y la constancia de los rivales de iTunes. Sin mencionar la posibilidad de un escándalo corporativo derivado de las investigaciones de la SEC y el Departamento de Justicia.

Y, como siempre, la fortuna de Apple descansa no sólo en factores externos, sino sobre los hombros de su CEO, que ha llevado a su empresa a alturas insospechadas y también la ha expuesto a riesgos importantes. Steve Jobs trae milagros, pero también problemas.



La reportera asociada Doris Burke contribuyó a la elaboración de este artículo.